
Sobria vivienda colonial declarada Monumento Histórico por el Instituto Nacional de Cultura en 1980. Fue propiedad del cura Silvestre Valdés, hombre de Dios que en 1701 legaría el inmueble a la iglesia, con la condición de que las autoridades eclesiásticas la convirtieran en capellanía perpetua de misas. Su voluntad se cumplió hasta los primeros años del siglo XIX, cuando los prelados la vendieron a Miguel Pascual de San Román. Posteriormente, la casa tendría otros dueños, entre ellos María Manuela de Orellana, hija de Joaquín de Orellana, corregidor de Puno. Con el paso de los años el inmueble fue dividido en dos partes desiguales. En la más pequeña se acondicionaron las salas del museo Dreyer; mientras que el resto de ambientes continuaron como vivienda. El sector habitacional tiene 600 metros cuadros (más de la mitad de las dimensiones originales). En la actualidad, la casona es un espacio cultural con muestras permanentes y temporales del arte puneño, una biblioteca, un vídeo club, un café bar y una cabina de Internet. Se encuentra en el jirón Deustua 576 y atiende al público de miércoles a viernes desde las 10:00 horas hasta las 22:00 horas y los sábados desde las 10:00 horas hasta las 14:30 horas y desde las 17:00 horas hasta las 22:00 horas.
publicado por: Linda Huaman Villena
posted by linda y patty at
12:33
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